miércoles, 17 de marzo de 2010

Póngase de parte de la adoración verdadera

¿Qué enseña la Biblia sobre el uso de imágenes?
¿Cómo ven los cristianos las fiestas religiosas?
¿Cómo puede explicar sus creencias sin ofender a nadie?

IMAGÍNESE que descubre que alguien ha estado arrojando a escondidas residuos tóxicos muy cerca de donde usted reside. Todo el barrio está contaminado, y su vida corre peligro. ¿Qué puede hacer? Lo más probable es que trate de mudarse. Pero aunque se marche del lugar, tendrá que contestar una pregunta importante: “¿Estoy envenenado?”.

2 Algo parecido sucede con la religión falsa. La Biblia enseña que está contaminada con enseñanzas y prácticas inmundas, o sucias (2 Corintios 6:17). Por eso es vital salirse de “Babilonia la Grande”, el imperio mundial de la religión falsa (Revelación [Apocalipsis] 18:2, 4). ¿Lo ha hecho usted ya? Si así es, lo felicitamos. Pero no es suficiente con que abandone una religión falsa o presente su renuncia a ella. También debe preguntarse: “¿Quedan restos de la adoración falsa en mi vida?”. Veamos algunos ejemplos.

LAS IMÁGENES Y EL CULTO A LOS ANTEPASADOS
3 Hay personas que tienen imágenes o altares en su casa desde hace años. ¿Es ese su caso? Si así es, tal vez le parezca extraño o incorrecto orar a Dios sin utilizar algo visible. Puede que hasta les tenga cariño a algunos de estos objetos. Sin embargo, es Dios quien decide cómo debemos adorarlo, y la Biblia enseña que él no quiere que utilicemos imágenes (Éxodo 20:4, 5; Salmo 115:4-8; Isaías 42:8; 1 Juan 5:21). Por lo tanto, para ponerse de parte de la adoración verdadera, usted debería destruir todos los objetos que posea que estén relacionados con la adoración falsa. Trate de verlos igual que Jehová: como una “cosa detestable” (Deuteronomio 27:15).
4 Otra práctica común en muchas religiones falsas es el culto a los antepasados. Antes de aprender la verdad de la Biblia, algunas personas creían que los difuntos siguen viviendo en una región invisible y que pueden ayudar o perjudicar a los vivos. Quizá usted hacía grandes esfuerzos por apaciguar a sus antepasados. Pero, como aprendió en el capítulo 6 de este libro, los muertos no siguen viviendo en ningún lugar. Por eso, no sirve de nada tratar de comunicarse con ellos. Todo mensaje que parezca venir de un ser amado que ha fallecido viene en realidad de los demonios. Por este motivo, Jehová prohibió al pueblo de Israel que intentara hablar con los muertos o que practicara cualquier otra forma de espiritismo (Deuteronomio 18:10-12).
5 ¿Qué puede hacer si la religión que ha seguido hasta ahora usa imágenes o da culto a los antepasados? Lea con mucha atención los pasajes de la Biblia que muestran lo que Dios piensa de estas prácticas. Ore a Jehová todos los días; dígale que desea ponerse de parte de la adoración verdadera y pídale que lo ayude a pensar como él (Isaías 55:9).

LOS PRIMEROS CRISTIANOS NO CELEBRABAN LA NAVIDAD
6 Nuestra adoración puede contaminarse con la religión falsa si celebramos ciertas fiestas populares. Tomemos como ejemplo la Navidad. Supuestamente, esta festividad recuerda el nacimiento de Jesucristo, y casi todas las religiones que afirman ser cristianas la celebran. Sin embargo, no hay pruebas de que los discípulos de Jesús del siglo primero la celebraran. El libro Los orígenes sagrados de las cosas profundas dice: “Durante los dos siglos que siguieron al nacimiento de Cristo nadie sabía, y a pocos les importaba, cuándo había nacido exactamente Jesús”.
7 Y aunque los discípulos de Jesús hubieran conocido la fecha exacta de su nacimiento, no habrían festejado su cumpleaños. ¿Por qué? Porque los primeros cristianos “consideraban estas festividades [...] como reliquias de las prácticas paganas” (Las cosas nuestras de cada día). Los únicos cumpleaños que menciona la Biblia son los de dos gobernantes que no adoraban a Jehová (Génesis 40:20; Marcos 6:21). Este tipo de celebraciones también se realizaban en honor de los dioses paganos. Por ejemplo, los romanos celebraban el 24 de mayo el nacimiento de la diosa Diana y al día siguiente, el de Apolo, el dios del Sol. Así pues, los cumpleaños no se asociaban con el cristianismo, sino con la adoración a dioses paganos.
8 Los cristianos del siglo primero no habrían celebrado el nacimiento de Jesús por otra razón: ellos probablemente sabían que los cumpleaños estaban relacionados con la superstición. Muchos griegos y romanos de la antigüedad, por ejemplo, creían que cada persona tenía un espíritu protector que había estado presente en su nacimiento y que la cuidaba durante toda su vida. “Este espíritu tenía una relación mística con el dios que cumplía años el mismo día de la persona.” (The Lore of Birthdays [La tradición de los cumpleaños].) A Jehová jamás le agradaría una celebración que relacionara a Jesús con la superstición (Isaías 65:11, 12). En vista de todo lo anterior, ¿por qué celebra tanta gente la Navidad?

EL ORIGEN DE LA NAVIDAD
9 Varios siglos después de que Jesús vino a la Tierra, se eligió el 25 de diciembre para recordar su nacimiento. Pero Jesús no nació en diciembre, sino al parecer en octubre. Entonces ¿por qué se eligió ese día? Probablemente porque algunos que decían ser cristianos deseaban “suplantar las festividades paganas por otras cristianas. [...] En Roma los paganos consagraban el día 25 de diciembre a celebrar [...] el nacimiento del ‘Sol invencible’” (Enciclopedia de la Religión Católica). En invierno, cuando el Sol parecía más débil, los paganos organizaban ceremonias para hacer que el Sol regresara de sus lejanos viajes y les regalara su luz y calor. Se creía que el 25 de diciembre el Sol comenzaba dicho regreso. Con la idea de convertir a los paganos, las autoridades religiosas adoptaron esta festividad y trataron de que pareciera “cristiana”.
10 Hace tiempo que se sabe que la Navidad tiene raíces paganas. Como su origen no es bíblico, esta fiesta estuvo prohibida en Inglaterra y en algunas colonias norteamericanas durante el siglo XVII. Todo el que faltaba al trabajo para quedarse en casa el día de Navidad era multado. Sin embargo, al poco tiempo regresaron las viejas costumbres, y se añadieron otras más. La Navidad volvió a convertirse en una gran fiesta y lo sigue siendo en muchos países. Pero las personas que desean agradar a Dios tienen en cuenta que está relacionada con la religión falsa y no celebran ni esta ni ninguna otra festividad que tenga raíces paganas.

¿IMPORTA REALMENTE EL ORIGEN?
11 Algunas personas reconocen que hay fiestas como la Navidad que tienen origen pagano, pero no ven mal celebrarlas. Opinan que, al fin y al cabo, casi nadie las relaciona con la adoración falsa y, además, son ocasiones en las que se reúne la familia. ¿Piensa usted así? En ese caso, seguramente es su amor a la familia, y no el apego a la religión falsa, lo que le está haciendo difícil ponerse de parte de la adoración verdadera. Pues bien, tenga la seguridad de que Jehová, quien creó la familia, quiere que usted se lleve bien con sus parientes (Efesios 3:14, 15). Pero hay otras maneras de lograrlo y al mismo tiempo agradar a Dios. El apóstol Pablo indicó qué debería ser lo más importante para nosotros: “Sigan asegurándose de lo que es acepto al Señor” (Efesios 5:10).
12 Quizá usted piense que hoy en día esas fiestas no se celebran con el mismo motivo que en la antigüedad. ¿Importa realmente el origen? Claro que sí. Imagínese que viera un caramelo en una alcantarilla. ¿Se lo comería? Por supuesto que no; está sucio. Como ese caramelo, hay fiestas que tal vez parezcan atractivas, pero provienen de lugares inmundos, o sucios. Si queremos ponernos de parte de la adoración verdadera, debemos pensar como el profeta Isaías. A las personas que servían a Dios con sinceridad, él les dijo: “No toquen nada inmundo” (Isaías 52:11).

EXPLIQUE SUS CREENCIAS CON TACTO
13 Puede que se le presenten dificultades cuando decida abandonar ciertas celebraciones. Por ejemplo, ¿qué haría si sus compañeros de trabajo no entendieran por qué no participa en actividades relacionadas con algunas fiestas? ¿Y si alguien le diera un regalo de Navidad? ¿Estaría mal que lo aceptara? ¿Cómo actuaría si su esposo o su esposa no tuviera las mismas creencias que usted? ¿Qué puede hacer para que sus hijos no crean que se pierden algo bueno por no celebrar ciertas fiestas?
14 Hace falta tener buen juicio para saber cómo actuar en cada situación. Por ejemplo, si alguien le desea unas felices fiestas, usted podría limitarse a darle las gracias. Pero si se trata de una persona que ve a menudo, como un compañero de trabajo, tal vez quiera explicarle algo más. En cualquier caso, demuestre tacto. La Biblia aconseja: “Que su habla siempre sea con gracia, sazonada con sal, para que sepan cómo deben dar una respuesta a cada uno” (Colosenses 4:6). Explique su postura con prudencia tratando de no ofender a nadie. Deje claro que no le parece mal dar regalos ni reunirse, pero que prefiere elegir otro momento.
15 ¿Y si alguien quiere hacerle un regalo? Mucho dependerá de las circunstancias. Tal vez le digan: “Ya sé que no celebras esta fiesta, pero deseo regalarte esto”. En ese caso, quizás usted decida que aceptar el obsequio no significa que participa en la fiesta. Pero si la persona no conoce sus creencias, usted podría decirle que no celebra esa fiesta. Eso explicaría por qué acepta el regalo sin entregar otro a cambio. Por otro lado, tal vez le ofrezcan algo con la clara intención de demostrar que no es fiel a sus creencias o que por cosas materiales está dispuesto a violar sus principios. Entonces no sería aconsejable que lo aceptara.

CÓMO TRATAR CON LOS FAMILIARES
16 ¿Qué ocurre si sus familiares no comparten sus creencias? Nuevamente, deberá actuar con tacto. No tiene por qué discutir por cada costumbre que los demás deseen seguir o por cada fiesta que deseen celebrar. Respete su opinión, tal como usted quiere que ellos respeten la suya (Mateo 7:12). Pero no haga nada que lo lleve a participar en la fiesta. Por otra parte, sea razonable cuando se trate de asuntos que no den a entender que participa en la celebración. Como es natural, usted siempre debe actuar de manera que su conciencia quede tranquila (1 Timoteo 1:18, 19).
17 ¿Qué puede hacer para que sus hijos no crean que se pierden algo bueno por no celebrar fiestas que son contrarias a las Escrituras? Mucho depende de lo que haga el resto del año. Hay padres que buscan otras ocasiones para dar regalos a sus hijos. Uno de los mejores regalos es dedicarles tiempo y darles cariño.

PRACTIQUE LA ADORACIÓN VERDADERA
18 Para agradar a Dios, usted debe rechazar la adoración falsa y ponerse de parte de la adoración verdadera. ¿Cómo puede hacerlo? La Biblia dice: “Consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras. No dejemos de reunirnos, como acostumbran algunos, sino animémonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca” (Hebreos 10:24, 25, Nueva Versión Internacional, 1990). Las reuniones cristianas son ocasiones felices en las que podemos adorar a Dios como él aprueba (Salmo 22:22; 122:1). En tales reuniones se produce “un intercambio de estímulo” entre los cristianos fieles (Romanos 1:12).
19 Otra manera de ponerse de parte de la adoración verdadera es hablando de lo que ha aprendido al estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Mucha gente realmente está “suspirando y gimiendo” debido a la maldad que hay en el mundo (Ezequiel 9:4). Quizá conozca personas que se sienten así. ¿Por qué no conversa con ellas sobre su esperanza bíblica para el futuro? No deje de hablar de las maravillosas enseñanzas que ha aprendido en la Biblia y de reunirse con los cristianos verdaderos. Si así lo hace, verá que cada vez le atraerán menos las costumbres de la adoración falsa. No tenga la menor duda: si se pone de parte de la adoración verdadera, será muy feliz y recibirá muchas bendiciones (Malaquías 3:10).